Queremos ayudaros a hacer una compra fresca saludable y que se adapte al máximo a las restricciones de movimiento de estos dias tan complicados. Por eso os proponemos productos que, por la durabilidad, la versatilidad y la temporalidad, pueden facilitaros un poco la vida, tanto si sois unos cracs de los fogones como si no.

Hoy os proponemos la alcachofa, producto de temporada, se cosecha en otoño porque no tolera bien el frio, de manera que podemos comerlas desde noviembre hasta abril. En Catalunya se cultiva principalmente en las zonas de costa, pero hay dos áreas geográficas en las que es el producto estrella: el Baix Llobregat, con l’alcachofa del Prat, y el Delta del Ebro, con la del Baix Ebre i el Montsià.

Con pocas calorías y propiedades diuréticas, la alcachofa tiene vitaminas del grup B y vitamina A. Es rica en hierro, calcio, fósforo, magnesio, potasio y sodio; también tiene proteinas, hidratos de carbono y fibra. Como es depurativa, es buena para los problemas digestivos, ayuda a controlar el colesterol y protege el hígado.

A la hora de comprarlas, escogeremos siempre las que pesen más, estén cerradas y tengan las hojas muy juntas. Se conservan en la nevera, pero como se estropean rápido, mejor no dejarlas más de 5 o 6 dias. Siempre las podemos congelar, pero antes tenemos que limpiarlas y pelarlas, y hervirlas o escaldarlas antes de meterlas en el congelador.

Cuando las cortamos se oxidan rápidamente y se vuelven oscuras. La mejor manera de evitarlo es sumergirlas en agua y perejil, ya que la vitamina C de esta humilde verdura ayuda a retrasar la oxidación.