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Actualidad

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22 May
Producto

Alimentos para el confinamiento: rape

Queremos ayudaros a hacer una compra fresca saludable y que se adapte al máximo a las restricciones de movimiento de estos dias tan complicados. Por eso os proponemos productos que, por la durabilidad, la versatilidad y la temporalidad, pueden facilitaros un poco la vida, tanto si sois unos cracs de los fogones como si no.

Hoy os proponemos el rape, pescado de cuerpo plano y poco fotogénico, pero de gran resultado en la cocina. Hay varias especies de rape, entre las cuales el común o ‘blanco’, que es el más frecuente en nuestro país, ya que se pesca en el Mediterráneo y el Atlántico; el negro, menos común pero con una carne de mejor calidad; el americano, que se pesca en las costas atlánticas americanas y el del Cabo, pescado en las costas de Sudáfrica y que podemos comprar congelado.

Con la piel áspera y sin escamas, una cabeza muy grande (casi la mitad de su cuerpo) y una boca también muy grande y con dos hileras de dientes, el rape vive en el fondo marino y se alimenta de crustáceos y peces pequeños y medianos. Lo encontramos en la pescadería durante todo el año, porque también se puede criar en piscifactoría, pero su temporada es los meses de abril y mayo, que es cuando es más sabroso.

Miembro del grupo de los pescados blancos, por el color de su carne y porque contiene un 3-4% de grasa, no tiene espinas, lo que facilita que los niños lo coman y, entre sus beneficios nutricionales están las vitaminas del grupo B, buenas para el sistema nervioso y el crecimiento, y minerales como el selenio, que estimula el sistema inmunitario.

Cuando lo compremos, nos asseguraremos que sea fresco y, una vez en casa, lo conservaremos en la nevera o lo congelaremos. En la nevera, lo pondremos en un recipiente que tenga una rejilla debajo, para que el pescado no quede en contacto con el agua que desprende, y lo taparemos com un paño húmedo para que respire (si usamos la tapa del recipiente, procuraremos que no esté tapado del todo). Si en la pescadería nos lo han servido en una bandeja absorbente, no necesitaremos usar rejillas. Con estas precauciones, nos durará dos días en buenas condiciones.

Sus posibilidades en la cocina son muy amplias, desde sopas y caldos hasta paellas, arroces o guisos, pero, como en el caso de los demás alimentos, la manera como lo cocinemos traerá cambios en la digestión y su valor nutritivo. Si lo hacemos a la brasa, hervido, a la plancha (si requemarlo), al horno (sin grasa), en papillote o al microondas, lo digeriremos mejor que frito o acompañado de salsas grasas.