¿Cansados de pollos, gallos, patos, pavos o guisos de Navidad? ¿Qué tal si probamos el cochinillo? Es lo que propone la Cansaladeria Farrés para las fiestas. Son especialistas, ya que llegaron a la Boqueria hacia la dècada de 1920 de la mano de Josep Cladellas para vender cochinillos provenientes del matadero de Barcelona solo durante las vísperas de Navidad.

Es un plato exquisito y muy fácil de cocinar y mejor reservadlo para poder escoger el tamaño y peso que cada família necesita. El peso que más se pide es de 4 a 6 kg, pero también pueden servirlo de 12 a 15, con un precio de venta al público de entre 10-12 €/kg. Y si os preocupa un poco como cocinarlo, es muy fácil: ponemos el cochinillo entero o a trozos en una bandeja de horno, salpimentado y macerado con alguna hierba, un poco de vino o licor y algun cítrico, y lo dejamos 24 h en la nevera.

Después al horno, muy caliente al principio y vamos bajando la temperatura a medida que se va cociendo (tantas horas de horno como quilos tenga la pieza). Se irá tostando poco a poco y lo iremos regando con su zumo o el de un limón mezclado con un poco de vino para que no se reseque y se queme. Tiene que quedar seco por fuera pero meloso por dentro. Para acompañarlo, verduritas o una compota de manzana y un buen vino o cava replica watches.

Decíamos antes que al principio solo tenian cochinillos por Navidad, pero con Joan Farrés pasó a ser un producto de todo el año y si hasta el 2010 solo vendían cochinillos –provenientes de la comarca de Osona y también de Lleida durante las épocas de más demanda- a partir de esta fecha ampliaron la oferta con embutidos curados y cocidos de la casa Fígols, provenientes del Berguedà, y con un producto estrella: el salchichón ‘celler’, curado en bodegas especializadas en Montmajor.