Comer kiwis, la fruta de una planta trepadora, es muy beneficioso para la salud ya que, entre muchas otras cosas, nos ayuda a depurar los intestinos, mejorar las digestiones y proteger a las células de los radicales libres.

Muy rico en vitamina C –contiene más del 80 por ciento de la dosis diaria recomendada-, también tiene vitamina E y ácido fólico. Especialmente rico en fibra soluble, que protege nuestra floral intestinal, contiene minerales como el cobre y el potasio.

Como ayuda a coger el sueño, comer dos kiwis antes de ir a dormir puede ayudar a las personas que sufren insomnio, y como tiene mucha vitamina C, ayuda a absorber mejor el hierro, con lo que actua como preventivo de la anemia. A pesar de sus beneficios, las personas con tendencia a las piedras de riñón deben evitarlo por los oxalatos que contiene.

En el mercado se pueden encontrar tres variedades: el verde, el amarillo –que podría tener más propiedades antioxidantes que los verdes- y el rojo, recién llegado y de sabor más dulce que los otros dos. Sea del color que sea, la mejor manera de comerlos es al natural, aunque también son aptos para hacer mermeladas. Importante que los coman nada más cortarlos, porque si no se ablandan y se vuelven gomosos.