15 Mar
Noticias
La Gardunya estrena un 'monumento fotográfico'
El viernes 12 de marzo se inauguró Àngels Nous. Un fris fotogràfic per a la plaça de la Gardunya (Ángeles Nuevos. Un friso fotográfico para la plaza de la Gardunya), una iniciativa que quiere convertir el documento en monumento. Consta de una serie de imágenes del fotógrafo Jorge Ribalta, que documentó durante 13 años la transformación de la Gardunya, un espacio deshabitado entre el mercado de la Boqueria y el antiguo hospital de la Santa Creu y que reurbanizó la arquitecta Carme Pinós después de ganar un concurso en 2006 con un proyecto que incluía viviendas, una plaza, un nuevo edificio para la Escola Massana y la fachada posterior del mercado de la Boqueria.
Las fotografías se reparten entre los puestos de la parte posterior del mercado, la Escola massana y los espacios comunes de los edificios de viviendas, con instalaciones que recuedan el convento de Sant Joan de Jerusalem (en el edificio de la caller Jerusalem 9) y el cementerior del Corralet (en la caller Floristes de la Rambla, 10), y está previsto que también se instalen piezas en los jardines del Doctor Fleming, la placita del Canonge Colom y el pasaje que tiene que unir la Escola Massana con el patio interior del antiguo hospital. El recorrido por el mismo se puede seguir también mediante los códigos QR repartidos alrededor de la obra, que dirigen a un mapa interactivo disponible también en el web del Ayuntamiento.
Propuesta de los vecinos
Àngels Nous. Un fris fotogràfic per a la plaça de la Gardunya salió de la propuesta de los nuevos vecinos de los pisos de la plaza de instalar en los espacios comunes de sus viviendas fotografías de la exposición Àngels Nous. Escenes de la reforma de la plaça de la Gardunya, Barcelona (2005-2018) (Ángeles Nuevos. Escenas de la reforma de la plaza de la Gardunya, Barcelona (2005-2018)) que el propio Ribalta expuso en La Virreina en 2019. La exposición mostraba el seguimiento fotgráfico de la transformación de la plaza a lo largo de 13 años que Ribalta, fotógrafo e investigador, fue documentando.
Ribalta, que presentó la obra en rueda de prensa, explicó que quería que el friso no se centrara en la gran historia sinó en la memoria cotidiana, en la microhistoria, ‘en la memoria de lo olvidado’, tal como dijo, y que buscó que generara ‘antipublicidad’ al mostrar la ‘violencia implícita de las reformas’ de un espacio ciudadano que ha estado deshabitado durante más de medio siglo.
El friso fotográfico ha sido producido por La Virreina Centre de la Imatge y la dirección de Arquitectura Urbana y Patrimonio, área de Ecología Urbana del Ayuntamiento de Barcelona y cuenta con la colaboración del Instituto Municipal de Mercados de Barcelona y la Escola Massana.
Las fotografías se reparten entre los puestos de la parte posterior del mercado, la Escola massana y los espacios comunes de los edificios de viviendas, con instalaciones que recuedan el convento de Sant Joan de Jerusalem (en el edificio de la caller Jerusalem 9) y el cementerior del Corralet (en la caller Floristes de la Rambla, 10), y está previsto que también se instalen piezas en los jardines del Doctor Fleming, la placita del Canonge Colom y el pasaje que tiene que unir la Escola Massana con el patio interior del antiguo hospital. El recorrido por el mismo se puede seguir también mediante los códigos QR repartidos alrededor de la obra, que dirigen a un mapa interactivo disponible también en el web del Ayuntamiento.
Propuesta de los vecinos
Àngels Nous. Un fris fotogràfic per a la plaça de la Gardunya salió de la propuesta de los nuevos vecinos de los pisos de la plaza de instalar en los espacios comunes de sus viviendas fotografías de la exposición Àngels Nous. Escenes de la reforma de la plaça de la Gardunya, Barcelona (2005-2018) (Ángeles Nuevos. Escenas de la reforma de la plaza de la Gardunya, Barcelona (2005-2018)) que el propio Ribalta expuso en La Virreina en 2019. La exposición mostraba el seguimiento fotgráfico de la transformación de la plaza a lo largo de 13 años que Ribalta, fotógrafo e investigador, fue documentando.
Ribalta, que presentó la obra en rueda de prensa, explicó que quería que el friso no se centrara en la gran historia sinó en la memoria cotidiana, en la microhistoria, ‘en la memoria de lo olvidado’, tal como dijo, y que buscó que generara ‘antipublicidad’ al mostrar la ‘violencia implícita de las reformas’ de un espacio ciudadano que ha estado deshabitado durante más de medio siglo.
El friso fotográfico ha sido producido por La Virreina Centre de la Imatge y la dirección de Arquitectura Urbana y Patrimonio, área de Ecología Urbana del Ayuntamiento de Barcelona y cuenta con la colaboración del Instituto Municipal de Mercados de Barcelona y la Escola Massana.