31 May
Producto
Una cata de cocina coreana
Los fans de la cocina del país asiático tienen la oportunidad de comerla en casa con las propuestas para llevar del puesto Masitta, en el mercado desde 2002.
Actualmente la llevan David y su mujer, Hana, que tomaron el relevo de los padres de él en 2016. Antes de estar en la Boqueria, los padres de David tenían una tienda de alimentación coreana fuera del mercado y se quedaron un puesto en traspaso, situado en un pasillo hoy en dia desaparecido a raiz de los trabajos de esponjamiento del recinto. David nació en Barcelona, donde sus padres, originarios de Seul él y Daejong ella, llegaron hace 65 años. El puesto empezó preparando exclusivamente comida coreana, pero después entró a trabajar Hana, la mujer de David, que es cocinera y estudió en Japón –donde obtuvo un postgrado en cocina japonesa-, Corea y Barcelona, para aprender cocina mediterránea. Actualmente ofrecen platos de cocina coreana, japonesa y china.
Los platos ‘marca de la casa’ son el ‘chap che’, unos fideos de boniato salteados con zanahoria, cebolla, shiitake, espinacas, pimiento rojo, soja y aceite de sésamo; el ‘kampugui’, unas brochetas que sorprenden al comensal por su textura, y el ‘kimpa’, los makis coreanos que, a diferencia de los japoneses, son más pequeños y normalmente llevan pescado. Los que preparan en el puesto son los tradicionales, pero también los preparan vegetarianos por encargo. Además elaboran una versión que gusta mucho a los coreanos, el ‘ham’, con frankfurt, como hicieron durante el último Mobile World Congress por encargo. En todos estos años, el único plato que no ha acabado de gustar porque tiene un sabor muy especial es el ‘cha chang’, una salsa negra a base de soja, con verdura y pollo que, aunque tiene el mismo nombre, no es exactamente el mismo plato que se puede encontrar en la cocina de Corea.
Su propuesta gastronómica se elabora diariamente, con las cantidades ya pensada para la demanda que tendrá el mostrador, aunque como tienen cocina en el puesto, también pueden preparar encargos imprevistos para grupos. Para una comida completa y rápida, ofrecen varios tipos de ‘combo’, como el que, mientras hablábamos con David, se llevaron unos clientes coreanos a base de salsa negra, ‘kimpa’, ‘kampugui’ y ‘kimchi’. Este último es un complemento muy habitual que tarda dos dias en prepararse con col y cebolla china, gengibre, polvo de guindilla coreana, tiritas de guindilla y salsa de pescado y soja.
Cocina a cuatro manos
David y Hana se reparten la cocina: él prepara la primera tanda y se encarga del yakisoba y el arroz, mientras que su mujer prepara el ‘chap che’, el ‘kampugui’ y la salsa agridulce. Aunque no elaboran ‘platos de temporada’, en invierno incorporan a su oferta el ‘tok bokk’, una sopa picante muy típica de Corea: un caldo amb guindilla roja coreana, soja y azúcar, pastel de arroz compactado, semillas de sésamo y pastel de pescado en láminas cortadas a trozos. Y aunque entre su oferta no hay ‘platos dde verano’, están pensando en hacer soba.
David define la cocina coreana como saludable, elaborada y picante. Explica que no tiene estacionalidad y todo el año se come de todo. Pero sí que existe la costumbre de comer ‘sam gue thang’ el primer dia de verano, un plato contundente para sudar todo lo que ha acumulado el cuerpo durante el invierno y que se acostumbre a las temperaturas veraniegas. Dice que la gente local la va conociendo cada vez más, en especial los jóvenes, a raiz del K Pop (Korean Pop). Además, el país asiático está bien comunicado con Barcelona mediantes vuelos directos a Seul y la obertura de restaurantes coreanos ayuda a difundir la cocina de un país al que no le gusta lo salado.
Actualmente la llevan David y su mujer, Hana, que tomaron el relevo de los padres de él en 2016. Antes de estar en la Boqueria, los padres de David tenían una tienda de alimentación coreana fuera del mercado y se quedaron un puesto en traspaso, situado en un pasillo hoy en dia desaparecido a raiz de los trabajos de esponjamiento del recinto. David nació en Barcelona, donde sus padres, originarios de Seul él y Daejong ella, llegaron hace 65 años. El puesto empezó preparando exclusivamente comida coreana, pero después entró a trabajar Hana, la mujer de David, que es cocinera y estudió en Japón –donde obtuvo un postgrado en cocina japonesa-, Corea y Barcelona, para aprender cocina mediterránea. Actualmente ofrecen platos de cocina coreana, japonesa y china.
Los platos ‘marca de la casa’ son el ‘chap che’, unos fideos de boniato salteados con zanahoria, cebolla, shiitake, espinacas, pimiento rojo, soja y aceite de sésamo; el ‘kampugui’, unas brochetas que sorprenden al comensal por su textura, y el ‘kimpa’, los makis coreanos que, a diferencia de los japoneses, son más pequeños y normalmente llevan pescado. Los que preparan en el puesto son los tradicionales, pero también los preparan vegetarianos por encargo. Además elaboran una versión que gusta mucho a los coreanos, el ‘ham’, con frankfurt, como hicieron durante el último Mobile World Congress por encargo. En todos estos años, el único plato que no ha acabado de gustar porque tiene un sabor muy especial es el ‘cha chang’, una salsa negra a base de soja, con verdura y pollo que, aunque tiene el mismo nombre, no es exactamente el mismo plato que se puede encontrar en la cocina de Corea.
Su propuesta gastronómica se elabora diariamente, con las cantidades ya pensada para la demanda que tendrá el mostrador, aunque como tienen cocina en el puesto, también pueden preparar encargos imprevistos para grupos. Para una comida completa y rápida, ofrecen varios tipos de ‘combo’, como el que, mientras hablábamos con David, se llevaron unos clientes coreanos a base de salsa negra, ‘kimpa’, ‘kampugui’ y ‘kimchi’. Este último es un complemento muy habitual que tarda dos dias en prepararse con col y cebolla china, gengibre, polvo de guindilla coreana, tiritas de guindilla y salsa de pescado y soja.
Cocina a cuatro manos
David y Hana se reparten la cocina: él prepara la primera tanda y se encarga del yakisoba y el arroz, mientras que su mujer prepara el ‘chap che’, el ‘kampugui’ y la salsa agridulce. Aunque no elaboran ‘platos de temporada’, en invierno incorporan a su oferta el ‘tok bokk’, una sopa picante muy típica de Corea: un caldo amb guindilla roja coreana, soja y azúcar, pastel de arroz compactado, semillas de sésamo y pastel de pescado en láminas cortadas a trozos. Y aunque entre su oferta no hay ‘platos dde verano’, están pensando en hacer soba.
David define la cocina coreana como saludable, elaborada y picante. Explica que no tiene estacionalidad y todo el año se come de todo. Pero sí que existe la costumbre de comer ‘sam gue thang’ el primer dia de verano, un plato contundente para sudar todo lo que ha acumulado el cuerpo durante el invierno y que se acostumbre a las temperaturas veraniegas. Dice que la gente local la va conociendo cada vez más, en especial los jóvenes, a raiz del K Pop (Korean Pop). Además, el país asiático está bien comunicado con Barcelona mediantes vuelos directos a Seul y la obertura de restaurantes coreanos ayuda a difundir la cocina de un país al que no le gusta lo salado.