Queremos ayudaros a hacer una compra fresca saludable y que se adapte al máximo a las restricciones de movimiento de estos dias tan complicados. Por eso os proponemos productos que, por la durabilidad, la versatilidad y la temporalidad, pueden facilitaros un poco la vida, tanto si sois unos cracs de los fogones como si no.

Hoy os proponemos el langostino, un crustáceo de 10 patas, cola alargada y cuerpo comprimido, que se diferencia de la gamba por el tamaño –puede llegar a los 20 cm- y el color: grisáceo cuando está crudo y más rosado una vez cocinado. Vive en aguas poco profundas, es de hábitos nocturnos y pasa la mayor parte del dia enterrado en la arena. La mejor época para comerlo es de mayo a agosto, pero como también se puede encontrar congelado, lo podemos comer durant todo el año.

El langostino, y el marisco en general, es una buena fuente de proteínas de elevado valor biológico, tiene un contenido bajo de grasa, sobre todo insaturada, y un colesterol destacable, pero no lo absorbemos tanto gracias a su grasa insaturada. A pesar de eso, las personas con gota deben comerlo con precaución ja que el langostino y el marisco en general es rico en ácido úrico. También es rico en histamina y por eso las personas con migrañas, presión arterial baja, contracturas o que sufran inflamaciones fuertes después de picaduras de mosquito deben comerlo poco.

A la hora de comprarlos, siempre nos darán mejor resultado los ejemplares carnosos, de 12 a 15 cm, y evitaremos los que tengan mal olor o mal aspecto. Una vez en casa, los guardaremos en la nevera, si puede ser en un recipiente con hielo para evitar que las cabezas se oscurezcan, aunque el tiempo máximo para consumirlos desde la compra es 24 horas.

En la cocina los podemos comer hervidos o a la plancha, aparte de añadirlos a arroces o guisos con otros productos del mar. Si los queremos hervir, pondremos agua con 60 gramos de sal por litro al fuego y esperaremos a que hierva. Entonces añadiremos los langostinos y esperaremos a que el agua vuelva a hervir. Los tendremos hirviendo dos minutos y los retiraremos. Si los queremos comer a la plancha, untaremos la misma con aceite y la pondremos a calentar. Cuando esté caliente, añadiremos los langostinos, los salaremos y los cocinaremos por un lado, luego los giraremos, los salaremos y los cocinaremos por el otro procurando siempre no pasarnos de cocción para que no nos queden secos.