Queremos ayudaros a hacer una compra fresca saludable y que se adapte al máximo a las restricciones de movimiento de estos dias tan complicados. Por eso os proponemos productos que, por la durabilidad, la versatilidad y la temporalidad, pueden facilitaros un poco la vida, tanto si sois unos cracs de los fogones como si no.

Hoy os proponemos el calamar, molusco cefalópodo que se encuentra en el mercado durante todo el año. Bajo en calorías y grasa, es una buena fuente de proteínas, necesarias para mantener los músculos en condiciones. A pesar de eso, su contenido de colesterol es importante, por lo tanto no hay que abusar. Rico en minerales, nos ayuda a mantener un buen nivel de energia, nos cuida la memoria, frena el envejecimiento celular y regula la tiroides. Con buena cantidad de vitamina A y colágeno, fortalece uñas, cabellos y dientes.

Al ser un animal que no tiene sangre, se alarga un poco más su conservación una vez comprado, aunque lo disfrutaremos más si lo comemos el mismo dia de la compra. Recién comprado, hay que lavarlo y limpiarlo bien, retirando la piel. Lo guardaremos en la nevera, tapado con una bolsa pero sin comprimirlo. Si lo hacemos así, podemos esperar a cocinarlos al dia siguiente. También, una vez limpios, los podemos congelar y se mantendrán en condiciones óptimas durante 6 meses.

Se acostumbra a preparar a la romana o a la andaluza, pero es muy sabroso guisado, con su tinta o con una base de sofrito, relleno o encebollado. Si los freímos o los cocinamos a la brasa, hay que comerlos enseguida, porque si no se resecan y se vuelven correosos. Guisados o con salsa, nos aguantarán bien dos dias en la nevera y después habrá que recalentarlos a fuego lento. También, una vez cocinados, los podemos congelar y nos aguantarán de 2 a 3 meses.