Queremos ayudaros a hacer una compra fresca saludable y que se adapte al máximo a las restricciones de movimiento de estos dias tan complicados. Por eso os proponemos productos que, por la durabilidad, la versatilidad y la temporalidad, pueden facilitaros un poco la vida, tanto si sois unos cracs de los fogones como si no.

Hoy os proponemos los frutos secos, que se llaman así porque de manera nautral tienen menos de un 50 por ciento de agua. Muy ricos en grasas saludables, continenen ácidos grasos insaturados, que ayudan a combatir el colesterol malo, protegen el corazón y nos aportan ácidos grasos omega 3 y omega 6. También contienen minerales como potasio, magnesio y fósforo, y antioxidantes que ayudan a prevenir las enfermedades degenerativas y el envejecimiento prematuro.

Hay una gran variedad: almendras, una buena fuente de fibra, que tienen más que cualquier otro fruto seco; anacardos, muy ricos en magnesio; avellanas, con ácido fólico; pistachos, que ayudan a combatir el cansancio y el insomnio; cacauetes, que mejoran la salud cardiovascular –aunque hay muchas personas que son alérgicas, así que cuidado-, nueces, que tienen omega 3, o piñones, que són los más ricos en grasa y por eso se vuelven rancios muy rápidamente si están en contacto con el aire, la luz y las temperaturas altas.

Para conservarlos y evitar que se vuelvan rancios o se emhoezcan, los pondremos en un bote hermético y en un espacio fresco, seco y alejado de la luz directa.
Como son muy energéticos, hay que comer poca cantidad, un puñado al dia. Debemos masticarlos bien para evitar que cueste digerirlos y mejor si son crudos y poco tostados. Los podemos comer solos, o combinados con yogures, cuajadas o quesos, añadidos a ensaladas y en salsas, en formato picada.