Fruta de temporada, la cereza contiene hidratos de carbono, fibra, vitamina C, indispensable para que nuestro organismo funcione, y A, necesaria para tener la piel y la retina en buen estado. También tiene minerales como el potasio y el calcio, indispensables para nuestros músculos y huesos.

Otro componente son los antioxidantes, que previenen la actividad de los radicales libres que envejecen nuestro organismo, y nos ayudan a mantener las articulaciones sanas, la piel elástica y a mejorar la circulación. Si bien todo son ventajas, también tienen un peligro: su hueso contiene unas substancias que se transforman en cianuro cuando se digieren. Por eso es importante no romperlo ni tragárselo e ir con cuidado con licores preparados de manera casera, que normalmente usan el hueso picado para potenciar el sabor.

Su temporada va de abril a julio, siendo los meses de mayo y junio cuando están en su mejor momento. Cuando las compremos, no les retiremos el rabillo, para que no pierdan el zumo, y la mejor forma de comerlas es al natural, aunque también forman parte de pasteles y cremas frías rolex replica.