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06 May
Noticias

Mujeres en el mundo de la gastronomía ​

Ayer se celebró en el Mercado de La Boquería una nueva sesión del ciclo 'Ben Acompanyats', en la que participó la chef y ganadora de tres estrellas Michelin, Carme Ruscalleda; la directora del grupo consultor enogastronómico Gsr, Roser Torras; la gerente de la Pescadería Ripoll Estera, Lluïsa Ripoll; la chef y copropietaria del Restaurando Arzak, Elena Arzak, y una representante del centenar de madres trabajadoras que compran en La Boqueria, Mònica López. La mesa fue moderada por Toni Massanés, director general de la Fundación Alícia.

Durante la sesión, las ponentes reflexionaron sobre la conciliación y los adelantos en materia de igualdad. En esta línea, Ruscalleda recordó sus inicios, cuando abrió el Restaurante Sant Pau, que ha recibido tres estrellas Michelin y tiene una réplica en Tokio (Japón): "La primera que tiene que creer en ti eres tú misma, y después tienes que organizarte la vida como ellos: Por qué ellos pueden lanzar un negocio? Porque tienen cubierta la retaguardia, la casa, los niños y los abuelos". Ruscalleda destacó que emprender como mujer no es fácil, especialmente si se tiene que combinar con responsabilidades familiares.

Roser Torras coincidió con esta perspectiva, poniendo énfasis en la conciliación y mostrándose optimista con el futuro: "Cada vez hay más mujeres empoderadas. La sociedad ha cambiado y las mujeres tenemos un camino brillante". Torras se tuvo que abrir paso en un mundo dominado por hombres. Fundó la revista digital '7 Caníbales' -dedicada a la crítica gastronómica- y el grupo Gsr -empresa especializada en acontecimientos y comunicación para negocios de cocina y vino.

Quien también expresó esperanza de cara al futuro fue Elena Arzak. La chef proviene de una familia cocinera con más de ciento veinte años de tradición. Junto a su padre, dirige el Restaurante Arzak (San Sebastián), que cuenta con tres estrellas Michelin. Se encarga de hacer evolucionar tanto el estilo como las recetas del local, y sabe de primera mano la presión que comportan los fogones de alto nivel: "No porque seas mujer te perdonarán los errores. La gente viene con una exigencia muy alta a los restaurantes", indicó.

Esta exigencia se extiende a las paradas del mercado, tal como afirmó Ripoll: "Siempre tienes la duda y debes demostrar que eres eficaz, igual que cualquier otra persona". La Pescadería Ripoll Estera es una de las paradas más antiguas de La Boqueria, dado que su nacimiento se remonta a hace más de cien años. "Para mí, el mercado es familia, he crecido aquí y nos conocemos todos desde hace muchos años. Lo primero que hago cuando viajo es ver el mercado para captar la cultura del lugar. La Boqueria enseña mucho de lo que somos."

De hecho, pueden crearse sinergias entre los mercados y la cocina más sofisticada. Ni Ruscalleda ni Arzak quieren renunciar a los platos tradicionales, y aseguran tener los mercados muy presentes en su profesión: "La calidad que encuentras en los mercados no tiene precio", ha comentado Arzak. "La cocina de mercado es una inspiración máxima. Cambia de formas, de colores, de perfumes...", añadió Ruscalleda. ¿Y qué sería del mercado sin sus clientes? Mònica López, compradora habitual de La Boqueria desde hace siete años, recalcó la gran diversidad que se puede encontrar en él, señalando que "venir al mercado es como ir a un parque de atracciones".